Tras el largo
recorrido que me ha supuesto organizar apuntes, buscar en internet y
seleccionar contenidos para desarrollarlo, me doy cuenta de todo lo que he
aprendido. No sé si he llegado a presentar el tema de una forma clara y ordenada,
para que pueda garantizar el mismo aprendizaje a aquellas personas que decidan
leer el blog, pero sí sé cuál es el significado de Literatura Infantil y cómo
me sirve para distinguir aquello que lo es de lo que no. He aprendido su
origen, qué es folclore y por qué no pertenece a la Literatura Infantil y la
trayectoria que ha seguido en España. Esto me ha servido, además de para
descubrir muchas cosas interesantes que desconocía (unas en clase y otras por
la web como el paralelismo entre Elena Fortún y su personaje Celia, o la
conmovedora vida de Gloria Fuertes…), también para comprobar cuándo y por qué
un libro no interesa a los niños de la época actual.
Por otra parte,
me gusta y me parece necesario saber qué diferencias existen entre Literatura y
paraliteratura. Es importante que esta distinción me pueda ayudar a la hora de
escoger un libro para clase (o incluso para mis futuros hijos), de forma que
pueda trabajar tanto aspectos y vivencias personales de los niños como temas simplemente
lúdicos. Incluso, me atrevo a decir que sabría dar un sentido paraliterario a aquellos
que no lo sean, dependiendo de cómo me interese trabajarlos.
Realmente
desconocía los criterios que se debían llevar a cabo a la hora de hacer una
selección de un cuento. No sabía nada sobre los temas, las edades y, mucho
menos, sobre los formatos. Ahora, he aprendido a mirar si un libro es más o
menos resistente (parece algo simple pero nunca antes me habría fijado en
ello), si tengo entre mis manos un álbum de imágenes y qué letra es la que me
interesa si pretendo leerlo, contarlo, o que lo lean ellos solos.
No puedo
escribir en una reflexión todo lo que se me ha quedado grabado en la memoria
sobre los cuentos porque creo que volvería a desarrollar el tema de nuevo, pero
lo que sí puedo es dar unos pequeños consejos que, entre características, etapas
y tipos de libros, se me ha olvidado mencionar. Algunos de ellos los
desarrollaré en los temas posteriores pero como ya he tenido una primera toma
de contacto, me gustaría añadir, que:
- Es importante
diferenciar entre lo que es leer y contar un cuento, porque la segunda admite
todo tipo de modificaciones.
- Las preguntas
que les hacemos a los niños juegan un papel fundamental.
- Si escogemos
un cuento resistente (de pasta dura) podemos golpear las puntas contra una
superficie de modo que se ablanden y moldeen. Así serán menos susceptibles de
acabar haciendo brechas porque, ¡reconozcámoslo! Son unos angelitos pero a
veces hay que tener cuidado si deciden enfadarse.
Para terminar,
aunque la reflexión no deba basarse en una opinión personal (es un poco tarde para hacer este comentario), me gustaría decir
que ha sido un tema muy divertido y con cosas muy pero que muy interesantes.
Debo reconocer que, hasta ahora, no tenía ni una ligera idea de lo que era la
Literatura Infantil pero espero que lo que he aprendido me sirva para motivar a la lectura y hacer que
disfruten mis niños. De momento, mi primer paso ha sido empezar a elaborar mi
propia biblioteca que, aunque cuenta con solo tres cuentos, poquito a poco se
convertirá en mi caja de herramientas.
Perfecto.
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